14 de noviembre de 2008

ANSERMA Y VEREDA BOLIVAR


Hoy miércoles, tras los laudes - oración personal, desayunar nos fuimos a Anserma Sandra, Jose Mari y yo. Los tres teníamos que hacer alguna cosa allí. Sandra tenía cita odontológica, Jose Mari tenía que ir al banco y hacer compras de comida para casa y compras para el día de la virgen, que se celebra cada 13 de mes en honor a la Virgen de Fátima, patrona de la parroquia. Yo tenía que ir a una agencia a comprar el billete para Bogotá, que finalmente lo hice por internet.

Pasamos toda la mañana en Anserma haciendo varias cosas, intenté llamar a mi casa pero daba comunicando, así que a la noche lo hice desde San Clemente aunque salía un poco más costoso. Es una maravilla ver como diferente gente, de distinta clase social quieren a los marianistas y les saludan por la calle, les atienden.... no sé que tienen pero tanto religiosos como religiosas propagan amor allá donde van. Se aprende tanto de ellos/as viviendo en comunidad. Jose Mari me maravilla por su talante paciente y comprensivo con las personas, siempre dispuesto a escuchar, a acompañar, todo le parece bien (me recuerda en parte a Ignacio Prado), todo lo agradece...desde la sencillez y humanidad. Don Enrique es un señor mayor que viene todos los días a desayunar y cenar a la casa, aquí Jose Mari le lava la ropa y Sandra le corta las uñas. Está solo pues la familia se desentiende de él y ya tiene más de 80 años. Al que más quiere es a Jose Mari, que siempre le saluda con un apretón de manos...

Después de hacer los recados en Anserma vinimos a casa a comer y a la 13.30 Sandra y yo salimos de la casa para dirigirnos a dar catequesis (la da ella) a la vereda de Bolivar. Es un terreno que se encuentra a una hora de distancia caminando. Por el camino pasamos a recoger a una mujer del pueblo que normalmente le acompaña a Sandra y de paso le lleva la merienda a su marido que trabaja en una fábrica de madera. Caminamos una hora por carretera, maravillándonos de las vistas. Se mire por donde se mire todo es verde, montañoso y lleno de vida. Por el camino vimos mucha gente que se desplaza en bici (más de 1 ó de 2 en la bici) o a caballo (es muy común aquí, para cargar, para transportar...). Tras meternos por senda o pista de piedra, llegamos a la escuelita del pueblo y allí en una aula que funcionaba como comedor desde el día anterior, es el lugar de la catequesis.

Unos 8 niños y 2 madres llegaron al lugar y hablaron sobre la documentación necesaria para la primera comunión, que se celebra en diciembre. Como hacía muy buen tiempo, nos sentamos con silla fuera del aula, luego empezó a llover y nos pusimos bajo un árbol, pero el frío hizo que finalmente nos metíesemos en el aula donde se trabajó la figura de María (muy marianista, no?jejeje). Después estuvimos haciendo hasta las 16.30 varios juegos típicos: bote bote, el tallarin....

Los niños de las veredas, por lo que he podido observar, son muy tímidos y reservados. buenos muchachos dispuestos siempre a ayudar, a atender a los profesores, muy respetuosos y con valores firmes. Son niños que viven en la finca y trabajando en la finca, saliendo muy poco por lo que se diferencian mucho a los niños de Bogotá o de cualquier ciudad. en la conversación con ellos, compartieron que rezaban todos (algunos por la mañana y otros por la noche), algunos rezaban el rosario con la familia.... Entre los niños de la catequesis también en esta vereda había casos de dolor y pobreza. Unas hermanas que viven con la abuelita, mataron a su papá y su mamá vive en otra ciudad, están muy delgaditas (y Sandra y yo nos preguntábamos sobre la nutrición, pero la abuelita no las quiere llevar al médico hasta que venga su mamá).

fue una tarde bien bonita. Al salir de la escuelita vinieron estas dos niñas corriendo con un montón de flores que empezaron a colocárnoslas en el pelo. Les dimos unos caramelos para que los repartieran con el grupo y nos dispusimos a realizar el camino de vuelta algo ligeras, ya que había una lluvia pisándonos los talones. Por suerte, justo cuando llegábamos a casa, comenzó a llover fuerte.
A las 18.15 la cena y a las 19.00, como siempre, la eucaristía. Tras ella, es el momento de ver el email, dar un paseo, visitar a alguien. Yo me quedé en casa en el ordenador y ayudando a un niño que venía para ayudarle a hacer un cuento en el ordenador. Es habitual que vengan niños pidiendo ayuda para hacer alguna tarea. Tras eso, me quedé viendo un poco la TV con Sandra, aunque luego nos quedamos hablando largo rato sobre cosas del mundo terreno y divino.
Y luego a la cama a intentar dormir un poco, aunque a penas lo logré. Y no sólo por los gritos de los pobres cerditos, que hay en un matedero al lado de casa..... sino porque hay días en los que la cabeza da mil vueltas y la noche se hace interminable.... finalmente, descansé.

1 comentario:

Anónimo dijo...

desde luego cada día vamos desubriendo algo nuevo. lo primero decirte que cuando llames a casa hazlo a cobro revertido, veras como no te sale tan "costoso". segundo, cuánto debes andar todos los días para desplazarte, una hora para ir, otra para volve,,, y encima mirando al cielo, porque ahí parece que empieza con buena temperatura y terminal con diluvio. tercero cuántas cosas te andan por la cabeza, para que despues de jornada más o menos agotadora no te entre el sueño, son tantas cosas las que ves, aunque sea un pleonasmo, con tus "propios ojos" que tu disco duro ya está un poco recargado, tranquila, relájate, lo que "puedas" y sigue trabajando en esta tu misión que te prupusiste hace años aquí, aunque la realidad que estás viendo sea dura, ten esperanza que este mundo terminará siendo siendo un jardín de rosas que ocupe todo la tierra. besos y abrazos compartidos maribi