MUCHAS GRACIAS A CADA UNO/A POR HACER DE ESTE DÍA UN DÍA ESPECIAL.
Bajando de los autobuses y de camino a las piscinas..
dando gotas a esos ojitos rojos...
en el autobus que te llevaba por el complejo.
La ducha con jabón tras el chapuzón.
Niños jugando con los chorros de agua.
con dos niños, descansando de tanto chapuzón
Este niño se lo pasó en grande, sin saber nadar se tiraba a la piscina grande siempre con un adulto y disfrutaba a tope.
cocodrilo.............. asi quietos no asustan, pero moviéndose...ufff
que bonita....
como las q se tienen en casa , de tamaño,eh?jeje
felices en una fuente. sus caras lo dicen todo!!!
de camino a las piscinas
río Magdalena
equipo de cocina y clara de la fundación
el grupo del recuerdo (faltan niños)
de camino a piscilago
la emoción del viaje
El viernes 21 de noviembre hubo excursión con los niños de ciudad bolivar (más de 100) a Piscilago, a 2.5 horas en autobús. Es una zona de tierra caliente, donde hay un parque acuático con zoológico.
A las 4.30 sonó el despertador ya que se había quedado a las 5.20 en casa de Consuelo para subir todos en taxi hasta Alpes. Al llegar, ya estaban los niños ansiosos de partir hacia la excursión. Entre todos y una vez llegado el autobús, subimos el refrigerio, se pasó lista a los niños y poco a poco fuimos subiendo todos; tras un pequeño susto al ver que no llegaba una niña; finalmente y gracias a Dios llegaron todos y se pudo partir rumbo a Piscilago. En total 3 autobuses, donde además de los alumnos iban los profesores, personal de fundación Chaminade y parte del equipo de cocina del recuerdo.
Antes de subir al autobús muchos niños se acercaron a felicitarme y varios traían cartas, dibujos o me daban algún dulce.... esos detalles, son los que las palabras no alcanzan a describir.
Durante el viaje...........MUSICA, mucha música que los niños cantaban y bailaban desde sus asientos. Poco a poco se iba notando el cambio de clima y nos fuimos despojando de los abrigos para dar paso a las mangas cortas, pantalones cortos.... El paisaje, como siempre... Impresionante, parece estar por pleno pirineo, me recordaba a la boca del infierno de la selva de Oza (en el valle de Hecho).
Hablando con los niños, me pude dar cuenta de que muchos no traían chancletas o toalla porque no tenían. Un niño comentó que él se seca con trapos... son esas pequeñas las que a una le deja en silencio imaginando el día a día del pelado. Otros se bañan a cucos (a cacetazos, con tazas). calientan agua en la cocina y en un lugar de la casa se van echando vasos de agua caliente mientras que se lavan con el jabón de manos, los que tienen.
Al llegar a Piscilago, los niños bajaron del autobús con el traje de baño, pantaloneta o similar, la toalla y la ropa interior para cambiarse. Directamente fuimos a dar un paseo por la zona de animales del complejo, viendo serpientes, tortugas, focas, cocodrilos,caballo, avestruces, peces de todo tipo y nuevos para mí..... Tras poder observar variedad de animales, fuimos a montarnos en los tronquitos acuáticos y después al comedor del complejo donde almorzamos rico: arroz, papa, y pollo. Después del almuerzo el calor, la humedad y las ganas de ir a la piscina hicieron que todos nos dirigiésemos a las piscinas: pequeña y grande. Había diferentes piscinas, de distinto tamaño, profundidad, inmensidad de tubos y toboganes bien largos para lanzarse. Pero como la mayoría no sabía nadar nos quedamos en las piscinas sin toboganes, donde todos se lo pasaron fenomenal.
Era impresionante ver las caras de estos niños. Nada más llegar había una fuente y preguntaban si se podían bañar allí (una fuente decorativa). Al rato vimos una fuente "animada" y allí con ropa y todo se metieron. Los ojos de esos niños brillaban más que cualquier estrella, observaban todo con sorpresa y alegría, los animales, la gente, las piscinas, los socorristas... todo era novedad. Para muchos era la primera vez que veían una piscina.
Los niños disfrutaron de cada piscina, de cada rincón de juego, de cada paseo.... muchos fueron los que se acercaban a los profesores y adultos para que se les enseñase a nadar o simplemente para poder estar en la piscina grande pero agarrados de un adulto. Todos tenían muchas ganas de aprender a nadar y el miedo no era generalizado, pues se lanzaban con soltura aunque siempre hubo que estar pendiente, sobre todo de los más pequeños.
En el momento de la salida, todos pasaban por la ducha con jabón y como en Salinas de Jaca, se les colaboraba a lavarse la cabeza y a frotarse bien. Parecían todos una pasa, arrugaditos y los ojos rojos rojos de las horas que estuvieron sin salir del agua. Tras la ducha con jabón, donde disfrutaron mucho, se cambiaron de ropa y con un sol de justicia nos dirigimos de nuevo al autobús. Antes de salir del complejo se les dió unas gotitas en los ojos para evitar el escozor.
Cuál fue mi sorpresa que de repente todos los niños y no tan niños se pusieron a cantar el cumpleaños feliz (distinto a España, muy bonito).... una sensación de emoción invadió mi corazoncito pues cada niño/a es una bendición y esperanza. Señor, gracias por la humanidad, sencillez y expontaniedad de los niños, gracias por la oportunidad de poder compartir este día con ellos (y los mayores), porque en ellos te siento presente.
A las 17.00 aproximadamente, partimos hacia Bogotá con mucho calor en el autobús. La música de nuevo inundó el ambiente, las caras rojas de los niños y el cansancio poco a poco hicieron mella hasta que el anochecer y el silencio fue invadiendo el autobús, dando paso al descanso y de nuevo al clima frío.
Había trancón y nos demoramos mucho en llegar. Algunos padres iban llamado a los profesores preguntando por dónde iba el autobús y es que estar esperando las mamás solas en un lugar, de un sector que a la noche puede ser peligroso.... era mejor comprobar la hora exacta de llegada. A la llegada las mamás o hermanos mayores, estaban impacientes de ver a sus hijos. Otros niños, subieron a sus casas con las mamás de otros, ya que no vino nadie a buscarles. Todos ellos estaban muy cansados pero felices.
Se dejó material en la escuelita y en uno de los 3 autobuses bajamos hasta la Boyacá, donde 6 cogimos un taxi (de 5) hasta Palermo, haciendo recorrido dejando a la gente. A las 22.15 llegué yo a casa. Estaban todos dormidos, asi que enseguida me acosté pues el cansancio también se hacía notar.