reunión de evaluación. Asistentes: todos los profesores de ciudad bolivar, más Clara y Aura (de Fundación)
quemadura de la niña
academía de peluquería
Cortando el pelo...
aissss qué dolor!
alumnos del recuerdo, de camino a la escula de Alpes, cogiendo frutos de un árbol.
alumnas del recuerdo de camino a Alpes, encontraron un trozo de plástico, que gracias a su imaginación se convirtió en diversión, saltando a la cuerda. Da igual si es cuesta abajo, o en barro... los niños tienen que jugar! y vivir siendo niños!
dos colaboradores, sacando pasto de la loma del recuerdo para plantarlo en el jardin de la guardería que se abrirá en enero.
niños jugando en el recuerdo.
El miércoles 3 de diciembre, subí a Ciudad Bolivar con Consuelo. Se estuvo dando clase una parte de la mañana; luego alumnos de vista hermosa y el recuerdo nos juntamos en Alpes, donde había sesión de peluquería (gratis) para los niños. Se trata de una academía de peluquería con gente en prácticas y profesoras de las mismas. de vez en cuando vienen al barrio (palermo - la paz) y a ciudad bolivar a cortar el pelo a los niños. traen todos los materiales y realizan una labor muy buena, ya que para la mayoría ir a una peluquería es algo realmente costoso y son las mamás o hermanas las que se cortan el cabello unas a otras o con la máquina a los niños.
Tras terminar la sesión de peluquería, una niña vino para enseñar una quemadura que tenía en el brazo y que se la habían curado de buena voluntad. Al levantar el jersey y ver semejante quemadura, se comentó la necesidad de llevarla al médico (quemadura producida el domingo al caerse una olla con agua panela encima y sin ser tratada de inmediato en la casa). Tras llevarla al cuarto de socorros más cercano del barrio (donde estaban de reunión y no atendían. Gracias a Consuelo y sus "enchufes" una enfermera la vió y la derivó directamente a un centro hospitalario), se la llevó a un hospital donde tras esperar más de 2 horas y hacer papeleo, se le atendió y se le dejó ingresada en el hospitál. Se decía que por lo menos iba a estar 3 días (aunque al día siguiente le dieron el alta)hospitalizada. intervino bienestar familiar (una psicóloga) e iban a abrir una investigación por posible negligencia de los papás. La niña, por suerte, en estos momentos se encuentra bien. En ocasiones la falta de conciencia sobre la salud, el no saber, el miedo a ir al médico, la cultura, la falta de dinero.... hacen que los más pequeños sufran dolores y consecuencias que podrían evitarse.
Nunca había estado en un hospital en Bogotá y tan sólo pude conocer la parte de "urgencias". la puerta está cerrada, hay dos hombres de seguridad (armados) custodiandola. sólo puede entrar al edificio el paciente y un acompañante. El lugar reservado para aparcar ambulancias siempre está lleno de otros vehículos: motos, coches... Entraron la niña y una profesora (Consuelo) por lo que yo me quedé en la calle, en la puerta, esperando a que viniese la mamá (tardó más de 1 hora). En total estuve en la calle más de 2 horas. En todo ese tiempo pude vivir una experiencia que me permite ahora valorar muchísmo más el servicio sanitario del que se dispone en mi ciudad.
Hasta la puerta de urgenicias llegaba gente enferma andando (algunos durante mucho tiempo), en taxi (aquí hacen muchas veces de ambulancia...), ambulancia, coches particulares.... pero no hay nadie que les atienda. Al estar lal pueta cerrada tienen que llegar por su propio pie. Tampoco hay celadores, con camillas y sillas de ruedas ( o las que había estaban ocupadas). Venía una mujer embarazadísima retorciéndose, y yo (toda inocente) toqué la puerta para solicitar camilla con celador... (algo). salieron los de seguridad y hasta que la mujer casi no se cae por el dolor, no llamaron a por una camilla. Lo mismo con personas mayores que venían muy malucas en el carro.... sacándolas en silla normal y en "volantas" hasta dentro (donde les queda una hora de preguntas y papeles antes de ser atendidos). A las afueras de la puerta de urgencias estaba siempre personal del hospital: médicos, enfermeros, auxiliares... fumando o de descanso, lo mismo que en las panaderias de enfrente. Me impresionaba que ni el mismo personal del hospital tuviese iniciativa para ayudar a entrar al edificio a las personas que venían con el alma fuera del dolor. Aquí parece, que si no te estás muriendo no pasa nada (y que me disculpes todos, pues no es intención ofender; pero el tema sanitario... no está muy bien). En dos ocasiones vinieron personas esposadas rodeadas por policía profesional (aquí hay muchas variaciones de policías, yo no las distingo). Me sorprendió porque bajaron de una furgoneta 7 policias con pistola en mano y otros dos con metralleta, entre medio dos jóvenes con la cara ensangrentada.... imagináos el hospital lleno de gente (con niños).... me sigo sin acostumbrar a ver tanta arma desenfundada en manos de policías. Más tarde vino otro señor esposado y escoltado pero por otro tipo de policía que no se de qué sería. Cuando llegó la mamá de la niña y Coonsuelo salió a dar el primer parte, se aprovechó para comprar algo de comer para llevar y para la niña; ya que en los hospitales la medicación, la comida, toallas.... lo pone el paciente o familia. (no existen ese tipo de servicios gratuitos). Fuimos a desperdirnos de la niña y a darle la comida, con autorización de los de seguridad. La mamá se quedó con ella y Consuelo y yo nos fuimos a vista hermosa (ciudad bolivar) donde estaban todos los profesores pues había reunión de evaluación. Pude asistir a la reunión y me resultó muy enriquecedora. Típica reunión donde se analizan los puntos fuertes y débiles, se evalúan actuaciones, cosas a mejorar. Sobre todo rico por ser un espacio compartido donde desde la sinceridad y el objetivo común se puede hablar para coordinarse mejor y llegar así a atender a la máxima población posible con la mejor calidad deseable.
Fue un día largo, pero muy productivo. Realmente la experiencia de estar a las puertas de urgencias tanto tiempo, me sirvió para reflexionar sobre muchas cosas. Al igual que sentir que esa niña llevaba desde el domingo con semejante quemadura..... cuando en España, por un rasguño a las madres en ocasiones les ataca el pánico. ¿Dónde está el límite del dolor?¿dónde queda la calidad y facilidad de acceder a los servicios públicos? (sobre todo cuando hablamos de personas sin documentación? - en España hay muchos inmigrantes sin seguridad social, pero aquí en Colombia son muchísimas las familias que por distintas circunstancias - muchos son desplazados forzosos por la situación política -) ¿dónde queda la indefensión de los niños, la culpabilización de ellos ante los accidentes caseros? ¿dónde la culpabilidad de los adultos? la negligencia de los mayores? Los niños son conscientes del dinero de transporte, comida, tratamiento que supone para los padres ir al médico y en ocasiones quedan en silencio ante situaciones de urgencia. En este caso le iban a hacer pruebas para posible ingerto pues la zona del codo es complicada en relación a al movilidad.
Cómo duele ver que la falta de dinero va unida al dolor físico, emocional... Maltrato institucional cuando no se atiende correctamente a las personas como se debe: cuántas veces yo he omitido casos o hechos que eran denunciables, tratables...? Señor, existe tanto dolor en el mundo que éste se ahoga en el silencio pues no hay palabras para describir la sensación de impotencia ante situaciones reales y diarias.
Haznos personas que no pongamos nuestra seguridad en el dinero, que nos fiemos de la bondad humana, del poder interior del alma y del corazón, que asumamos nuestra fragilidad con la mayor de las fuerzas para poder así poder hablar y trabajar por los más necesitados.