Esta mañana, 21 de octubre, he estado en el jardin de Buenos Aires, pues hacía días que no subía y por tanto no había estado con Brian, el niño con parálisis. Pero cuál fue mi sorpresa que me dijeron que estaba bastante enfermo y se encontraba en casa (y es que hace unas semanas se le acabó la plata a los papás y por tanto el seguro. Están con ese trámite). No pude estar con Brian pero me quedé un rato con las profesoras y los otros niños. (se les subió unos juguetes de una donación que hubo).
Luego bajé a la parroquia pues había convivencias con una clase del colegio fe y alegría de 5º grado (5º primaria), allí estuve con Sandra (la secretaria de la parroquia), aunque no pude estar mucho. Al las 12.00 había quedado con Fabiola, de la Fundación, en Buenos Aires. Allí almorzamos con las profesoras y luego montadas en un camión (menudo camión!!! sólo los había visto en películas) nos fuimos al banco de alimentos a cargar el camión con las donaciones para los jardines. (los sábados el banco de alimentos dona para los comedores y los martes Fundación Éxito, tb en el mismo lugar del banco de alimentos, dona para los jardines). Abrían a las 14.00, había vehículos de un montón de asociaciones y fundaciones... cuando llegó el turno de Fundación Chaminade empezamos a recoger cajas y cajas de alimentos, en especial fruta, verdura, patatas y carne (también algo de dulce en estas fechas pre navideñas), tras cargar en el camión regresamos a Buenos Aires que junto con las cocineras se descargó y guardó en el almacen del comedor.
A las 16.30 había quedado con Sandra, profesora de Ciudad Bolivar, para hacer unas fotocopias y acompañarla al tanatorio pues había fallecido una sobrina de su cuñada de 17 años de edad. 2º vez en un mes que estoy en un tanatorio y ambas veces por gente joven. La sensación que se siente al ver tanto familiar sufriendo... hace revivir los momentos de sufrimiento por fallecimiento que a cada uno le ha tocado vivir. Todo el día prácticamente rodeada de niños - de vida - y sin embargo el acecho de la muerte está presente a la vuelta de la esquina. De allí regresamos a casa y pronto a la cama porque al día siguiente tenía que madrugar para ir a Ciudad Bolivar, tras unos días sin acudir. Os adjunto una foto graciosa de un señor paseando a su vaca, ésta bajando por unas escaleras. vive en frente del jardin Willy de Buenos Aires y me ha dicho que tiene una piara de cerdos y que vaya otro día a sacarles fotos.... lo haré la próxima vez.
1 comentario:
Hay la vaca lechera¡ lo mejor de la crónica, las fotos de tanto niño, preciosas, el texto más triste, pero el título CHAPEUA. Bueno que "tengo que madrugar" esta va siendo la frase tuya diaria, cuánto debes madrugar, asi que cuando coges la cama aprovecha bien las horas. hoy poco te digo sólo beeeeeeeee, si también tuvierais ovejas, menuda granja montabais, vaca, cerdos, ovejas, beeeeeeesos y abrazos compartidos maribi
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